miércoles, 11 de diciembre de 2019

CABOS SUELTOS

"También la casa de José subió contra Bet-el; y Jehová estaba con ellos. Y la casa de José puso espías en Bet-el, ciudad que antes se llamaba Luz. Y los que espiaban vieron a un hombre que salía de la ciudad, y le dijeron: Muéstranos ahora la entrada de la ciudad, y haremos contigo misericordia. Y él les mostró la entrada a la ciudad, y la hirieron a filo de espada; pero dejaron ir a aquel hombre con toda su familia. Y se fue el hombre a la tierra de los heteos, y edificó una ciudad a la cual llamó Luz; y este es su nombre hasta hoy." - Jueces 1:22-26

    Nuevo comienzo para Israel; establecidos en la tierra prometida a Abraham y a su descendencia, ahora tomaban posesión de la misma y derrotaban a los pueblos paganos bajo la dirección de Dios. Las tribus hicieron sus batallas individuales y fueron obteniendo sus heredades. Pero la obediencia parcial, es desobediencia total y siempre tiene malas consecuencias. Y de esto habla el libro de Jueces.

La casa de José, gozando de la compañía de Dios inclusive, creyeron obtener aquello por lo que luchaban sin tener que sufrir ni un sólo reproche por falta de obediencia. Así se apoderaron de la ciudad de Luz, a la que luego llamaron Bet-el, pero lo hicieron con una concesión, dejaron ir al hombre que les dio los datos necesarios para tomar la ciudad, ya que ese fue el trato que hicieron con él; pues ¿qué mal podía hacer un sólo hombre cuando ellos obtenían toda una ciudad? 
    Es de vital importancia que entendamos que "LUZ" es el hebreo לוז que significa "perversidad", al contrario de lo que imaginaríamos en el idioma castellano. Todo tiene otro sentido cuando sabemos esto. Porque la casa de José transformó la ciudad de perversidad en una Bet-el, "casa de Dios"... ¡pero no lo hizo completamente! ¿Y qué ocurrió? Pues este hombre, con toda su familia se fue a los heteos y volvió a edificar "Perversidad" la cual se nos dice en el relato "este es su nombre hasta hoy."
   Si en vez de conquistar el pecado, nos comprometemos con él aún en el detalle más insignificante (¿qué es un hombre y su familia en comparación a toda una ciudad?), entonces aquel enemigo que no derrotamos eventualmente nos derrotará a nosotros. Y el postrer estado es peor. Se edifica "una ciudad" que reproduce y multiplica lo que nosotros no supimos vencer. "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna." (Gál. 6:7-8).
Dios está con sus hijos para que salgan victoriosos en todas sus batallas espirituales, pero es necesario que no haya compromisos con el pecado, "sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne." (Ro. 13:14). Cuando trates con algún pecado en tu vida, debes velar por cortar todas las posibles solicitudes y relaciones con él, sean materiales, morales o espirituales; corta con todo lo que pueda ser potencialmente dañino para tu vida de fe y tu futuro testimonio. No dejes cabos sueltos.


P.P ROLANDO MOLINA

FRICCIÓN


Resolver Problemas
El principio básico para resolver los problemas es obtener todos los detalles. Está en la Biblia, Proverbios 18:13, "Al que responde palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio".
El segundo principio para resolver los problemas es estar listo a escuchar nuevas ideas. Está en la Biblia, Proverbios 18:15, "El corazón del entendido adquiere sabiduría; y el oído de los sabios busca la ciencia".
El tercer principio para resolver problemas es escuchar las dos versiones del caso. Está en la Biblia, Proverbios 18:17, "Justo parece el primero que aboga por su causa; pero viene su adversario, y le descubre".
¿Cómo desea Dios que actuemos frente a los problemas? Debemos comprender que los problemas son inevitables y que podemos crecer como resultado de ellos. Está en la Biblia, Santiago 1:2-4, "Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna".
Los problemas son una confirmación de que nos estamos preparando para el cielo. Está en la Biblia, II Tesalonicenses 1:5, "Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis".
¿Cómo podemos resolver los problemas? Dios nos puede ayudar con ellos. Está en la Biblia, Salmo 145:14: "Sostiene Jehová a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos".
Jesús puede librarnos algunas veces de las cargas y de los problemas. Está en la Biblia, Mateo 11:28, "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar".
Confíe en que el propósito fundamental de Dios para su vida es bueno. Está en la Biblia, Romanos 8:28, "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados".
¿Tiene dificultad para resolver sus problemas? Dios le ayudará. Está en la Biblia, Santiago 1:5-7, "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor".
Confíe en Dios más que en usted mismo para conseguir orientación. Está en la Biblia, Proverbios 3:4-6, "Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas".